Bicentenario

DATOS DE INTERÉS EN EL BICENTENARIO DE COLOMBIA

  1. LA CIENCIA
    En estos doscientos años, la ciencia latina caminó de la mano de muchos investigadores. El cubano Francisco Javier Cisneros fue por ejemplo el hombre que con rieles comunicó las comarcas: creó la era ferroviaria de Colombia con la construcción de varios ferrocarriles, y realizó quizás el mejor diagnóstico sobre la economía antioqueña en la segunda mitad del siglo XIX, publicado luego en Nueva York en 1880 en edición bilingüe con el título Memoria sobre la construcción de un ferrocarril de Puerto Berrío a Barbosa. Cisneros también construyó el muelle de Puerto Colombia y el tranvía de Barranquilla y mejoró la navegación en el Bajo Magdalena.
  2. LA MEDICINA
    El campo de la medicina es quizás el de mayor progreso de Colombia y de reconocimiento internacional en nuestros días. Importantes profesionales e instituciones médicas de Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena, Bucaramanga y otras ciudades se han convertido en punto de referencia para tratamientos e intervenciones quirúrgicas de colombianos y extranjeros, en disciplinas como cirugía estética, trasplantes, cardiología, odontología, enfermedades tropicales y hasta injertos. Y en departamentos como el Meta se está extendiendo la telemedicina, avance tecnológico que permite ejercer una especie de medicina social a distancia y cubrir así los más recónditos lugares geográficos.
  3. Agustín Codazzi
    Pero quizás al que más le deben honores la ciencia y la independencia criolla es al italiano Agustín Codazzi, un realizador de planos que según la artista Beatriz Caballero –autora de una de sus biografías–, sabía como nadie que los mapas podían dibujarse con las plantas de los pies del caminante. No era un científico cualquiera: en 1818 se unió a las tropas independentistas granadinas de Louis Aury, y aterrizó en Colombia en el día en que el prócer lo envió en una misión a Santa Fe de Bogotá que partió de la isla de Providencia. Codazzi entró por el golfo de Urabá, remontó el río Atrato, pasó por el canal de la Raspadura, descendió por el San Juan, llegó a Buenaventura, viajó al Valle del Cauca, luego al Quindío y al valle del Magdalena, ascendió a la planicie y arribó a la capital.
  4. ARQUITECTURA
    Pero cuando sucedió el episodio del florero, en la Colonia se estaba gestando un cambio hacia la modernidad, cuyo ejemplo es el Observatorio Astronómico, construido el 20 de agosto de 1803 y que se alejaba de las fachadas típicas coloniales. Ese cambio estaba influenciado por las corrientes de la Revolución francesa, y el nuevo país necesitaba mostrarlo en sus edificaciones. Tenía, eso sí, un fuerte competidor: la Iglesia.
  5. ARQUITECTURA
    Las ciudades colombianas entraron sin embargo en el siglo XX sin un concepto claro de desarrollo o de planeación urbana debido a que en el XIX no abundaban los arquitectos profesionales ni tampoco existía una enseñanza formal de la arquitectura. La primera vez en que se notó una guía en este sentido fue en 1937 cuando el urbanista vienés Karl Brunner presentó el plan regulador de Bogotá y trazó su desarrollo urbanístico hasta 1960.
  6. GASTRONOMÍA
    El sabor de la Colonia se extendió por mucho tiempo. Durante el siglo XIX y hasta comienzos del XX en el altiplano se tomaba el “chocolate de la despedida”, a la catalana, es decir servido en taza pequeña, muy espeso y adicionado con azúcar bien blanca, vainilla, clavos, canela o nuez moscada. Y la gente prefería la cocina auténtica. En 1810 se registró un gran levantamiento de los compradores cuando el panadero francés Lambert compró y uti
Que viva Colombia